Patatas fritas rápidamente
La acrilamida se forma a partir de la asparagina y los azúcares reductores de las patatas, por lo que elegir variedades de patatas con niveles más bajos de estos compuestos puede reducir la formación de acrilamida, junto con no refrigerar las patatas y freírlas sólo hasta que estén doradas, no marrones[2][3].
Las patatas fritas en aceite vegetal tienen un 63% de hidratos de carbono, un 29% de grasas y un 6% de proteínas. Una cantidad de referencia de 100 gramos aporta 539 calorías y es una fuente rica (20% o más del valor diario) de varias vitaminas del grupo B, sodio, fósforo y potasio[1].
Patatas fritas
Con esta sencilla técnica se obtienen las patatas más deliciosas, suaves y cremosas por dentro y doradas y crujientes por fuera. Cómalas de cualquier manera: solas, con huevos para el desayuno, con pollo asado o cualquier otro plato principal, o como una deliciosa guarnición para la sopa.
Si partes de patatas crudas e intentas freírlas, acabarás con patatas quemadas por fuera y crujientes por dentro. Esto se debe a que el interior de las patatas tarda mucho más en cocinarse que el exterior.
Las patatas son como esponjas: absorben mucha agua. Si sazonas el agua con mucha sal, las patatas absorberán el agua salada. Esto significa que las patatas estarán bien sazonadas en todo momento, no sólo por fuera.
Otra razón para cocer las patatas en agua muy salada es que la sal permitirá que el agua hierva a una temperatura más alta. Esto cocinará el almidón de las patatas más a fondo y dará al interior de las patatas una textura más cremosa.
Sazonar las patatas hirviéndolas en agua salada es una técnica estupenda para infundir sabor a toda la patata en lugar de salar sólo la superficie. Pero sólo funciona si se añade suficiente sal al agua. El objetivo es añadir suficiente sal al agua para que ésta tenga un sabor salado.
Ideas de cenas con patatas fritas
En realidad, hay mucho que hacer. Sí, hacer unas buenas patatas fritas es fácil una vez que se tiene una buena receta, pero hay mucha acción oculta que impulsa este proceso aparentemente sencillo, y saber lo que ocurre puede ayudarle a conseguir unas patatas crujientes y ligeras, no blandas y empapadas. Todo comienza con la elección de la patata adecuada.
Probablemente, el factor más importante a tener en cuenta a la hora de elegir una patata es su contenido en almidón, que es un buen indicador de cómo se cocinará. Las patatas con alto contenido en almidón tienen, como es de suponer, más almidón que algunas variedades y un poco menos de agua. Esta combinación las hace perfectas para obtener patatas fritas muy crujientes (así como para obtener patatas asadas secas y esponjosas). Las patatas bajas en almidón, en cambio, tienen menos almidón y más humedad. Son excelentes para hervir, pero hacen patatas fritas blandas y empapadas.
Las Russet Burbanks con alto contenido de almidón son especialmente buenas para freír. No sólo están llenos de gránulos de almidón, sino que los gránulos son más grandes que en otras variedades. Las Russet Burbanks (también llamadas Idahoes o simplemente russets) absorben menos grasa, se cocinan en menos tiempo y hacen patatas fritas más ligeras y crujientes, menos propensas a quedar blandas o grasientas.
Patatas fritas de lujo
Tanto si se trata de la salsa caliente sobre el puré de patatas como de las patatas fritas que más te gustan, las patatas están en todas sus formas. Sin embargo, no todas las patatas son iguales.
Las patatas son un ingrediente fantástico para sopas y guisos, y tienen un sabor increíble asadas o fritas. Pero antes de cocinar estas saludables delicias con alto contenido en carbohidratos, es bueno saber que algunas patatas son mejores que otras, dependiendo de lo que se esté preparando.
Las patatas con almidón, como las russet, las Idaho y las batatas, son mejores para cocinar en seco, como el asado y el horneado. Las Russet y las Idaho tienden a deshacerse cuando se hierven porque los almidones se endurecen y se expanden, así que evite utilizarlas para sopas, guisos y currys. Si busca las patatas perfectas para las patatas fritas, las russets son el camino a seguir.
Estas patatas superabsorbentes son las candidatas perfectas para el puré de patatas, sobre todo si espera un plato de acompañamiento súper esponjoso. Si siempre has querido aprender el truco para hacer un puré perfecto, echa un vistazo a estos pasos para dominar el puré de patatas.
Los comentarios están cerrados, pero los trackbacks y pingbacks están abiertos.